Diferentes factores tales como un desequilibrio hormonal o nivel de insulina inadecuada pueden ser responsable de muchos de los quistes que sufren las mujeres de manera recurrente desde siempre. A pesar de que los quistes ováricos pueden desarrollarse de muchas maneras diferentes (debido a diversos factores y causas) se pueden clasificar en dos grandes grupos - tipos de quistes ováricos funcionales y complejos.
Tipos de quistes ováricos
El tipo más común de quiste ovárico es un quiste simple o funcional. Los quistes funcionales se nombran apropiadamente así porque se desarrollan como una función normal del ciclo menstrual de una mujer, mientras que los ovarios están preparando un óvulo para su liberación a las trompas de falopio.
Las estructuras llamadas folículos almacenan los óvulos hasta que alcanzan la madurez y a continuación, sueltan uno normalmente alrededor del día 14 de su ciclo. Las hormonas, (el estrógeno y progesterona) también son producidas por los folículos. Al trabajar juntos, estas dos hormonas son responsables de que tus ovarios liberen un óvulo en el momento oportuno del ciclo de ovulación.
A veces, puede haber un desequilibrio hormonal y el folículo no puede liberar su óvulo. Cuando esto sucede, el folículo puede crecer anormalmente grande y convertirse en un quiste folicular. En otras ocasiones, el óvulo se libera con éxito pero, en lugar de ser absorbido de nuevo en el ovario, el saco folículo vacío se sella y se llena de líquido. Esto hace que el folículo amplíe y forme un quiste de cuerpo lúteo.
Si bien los quistes funcionales pueden desaparecer por sí solos en pocos ciclos menstruales, algunos pueden crecer tan grandes como 4 a 3 pulgadas de diámetro. También existe la posibilidad de que el quiste pueda sangrar en sí mismo formando un quiste hemorrágico.
Los quistes hemorrágicos pueden ser dolorosas y, si deben estallar, pueden causar tanto una hemorragia interna y una gran cantidad de dolor.
Los tipos de quistes ováricos complejos
Además de los quistes funcionales, también hay quistes ováricos no funcionales o complejos que son generalmente crecimientos anormales que se desarrollan por razones no asociadas con el ciclo menstrual. Como ejemplo, los quistes dermoides se desarrollan a partir de células germinales (que se encuentran en el tejido del ovario maduro) que tienen la capacidad de crecer en un número de diferentes tipos de tejido corporal.
Debido a esto, un quiste dermoide puede contener una variedad de tejidos sólidos físicos tales como grasa, pelo, piel, y dientes.
Otros ejemplos de quistes ováricos no funcionales o complejos son los grandes quistes cistoadenomas (que en realidad son formaciones anormales), endometrionemas (causada por la endometriosis, donde el tejido endometrial comienza a crecer en la superficie de un ovario), y los ovarios poliquísticos (una condición médica en la que múltiples quistes se desarrollan debido a los ovarios que no dispensa a los huevos).
Cada tipo de quiste de ovario tiene sus propios rasgos distintivos, y hay que prestar atención a los síntomas que sugieren, pues tu condición puede empeorar. Los dolores de ovario son sin duda uno de los principales síntomas al cual necesitas prestar atención porque indica que algo va muy mal y necesitas ser atendida.
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